Thursday, February 22, 2007

Volver: hoy Carlos Salas.




Para no hacer siempre leña del mismo árbol, y porque la actualidad deportiva está en estado latente, esta semana iniciamos un ciclo llamado "Volver" que nos llevará a repasar a esos grandes jugadores de la liga mariana. Y que mejor manera que empezar con un jugador de los de toque y clase como Carlos Salas, prometedora figura de Genovevos, que vio truncada su carrera por una grave lesión intestinal que le impedía finalizar los encuentros.


Este varón murciano pronto despuntó entre sus compañeros, quienes vieron en él mucho más que un modelo deportivo. Carlos Salas pronto se convirtió en un ídolo generacional que protagonizó la exitosa pero corta gira "Don't apretate, aguantate" del malogrado grupo de rock huertano "The Pavos". Y es que ya por entonces era un jugador de los que hoy llamaríamos mediáticos: buena presencia y siempre adornando su figura con sensacionales gestos como aquel del parto en la zafa con toalla en cabeza, o aquella gracieta sin igual que consistía en numerar en "alta voce" tres palmadas sopratesta y realizar un imposible y vertiginoso giro de muñeca hacia dentro y de cuello a derechas (ironías de la vida), culminando con los dedos apuntando hacia el cielo mientras se exclamaba un "Uee" victorioso.


Incluso dio el salto al mundo del espectáculo. Primero en el teatro de la mano de Blas, y después en la música con un disco de blues que consiguió que millones de adolescentes de todo el mundo corearan ese manido estribillo "Y dejo al Porras que siga con lo que se le ocurra" durante el tórrido verano del 96.


Quizá esa formación ecléctica acabó por disolver al Hristo Stoitchkov que llevaba dentro, privándonos para siempre de su toque de balón y de su extrema habilidad para solventar las situaciones difíciles. No obstante, quien siga amando al astro de Genovevos, seguirá viendo esa superclase en las nuevas empresas que hoy Carlos empeña, alejadas de los terrenos de juego, cierto, pero impresas del mismo arte que nos enamoró en la década de los 90. Ahora la poesía también la escribes en un folio.






2 comments:

mon said...

simplemente...sensacional!!!!.
siempre vistiendo elásticas tan ilustres como la de portugal (10000 pelas de la época y solo en honor de su idolatrado figuuuu, otra cruel ironía) o fernando coito, y la de la lazio falsa del viaje de estudios con su real nombre en la espalda.

Un salinas post-moderno

lenty said...

"El poeta del verde" o "El rimas del tapete",madre mía que buenos apodos se perdieron cuando este figura dejó las pistas.Me alegra pensar que su mejor jugada la hizo conmigo de espectador y siempre la conservaré en la retina.
Un zurdo finísimo de los que quedan pocos(El Narros tb nos tiene abandonados,¿o él es diestro?)y que dejó el deporte para hacer vida contemplativa.

Existen las meigas?"Saberlas Sailas".